Con los ojos luminosos, Ruth Wrightevoca su segunda visita a Machu Picchu.Ella había viajado allí con su esposo Kenneth R. Wright, para investigaracerca de la fuente que proveía de agua alos Incas, quienes vivieron hace unos 450 años. Un indio quechua los llevó a travésdel bosque denso hacia el lugardónde el agua emergía de la tierra. Los Wrights supieron que ellos habían encontrado lo que buscaban pero cuando el hombre les mostró una piedra tallada, con el mango de sumachete el les dijo “Inca”.
Bingham, profesor de historia en Yale, descubrió sus ruinas. Desde entonces, se ha vuelto el sitio arqueológico más importante quizás en América. La mayoría de las personas conoce Machu Picchu no por su historia, pero si por su belleza impresionante. Durante años solo unos pocos, dentro de la comunidadcientífica reconocieron que también representa un logro notable de ingeniería civil.
El regreso de Ken Wright. Si no fuese por la curiosidad de su esposa, Wright, el presidente de la firma Wright IngenierosHidráulicos de Denver, nunca hubiera visitado Machu Picchu. Ruth visitó Machu Picchu en 1974 y le mostró las fotografías a Ken de su viaje-y le dijo sobre las fuentes y otras estructuras que el Inca había construido para el manejo del agua. Pero Machu Picchu se sitúaen lo más alto de una montaña, por lo que Ruth preguntó, ¿de dónde el Inca conseguía aquellaagua? Ken Wright decidió investigarlo. ¿Después de todo, quién mejor para estudiar el suministrode agua de los Incas que un ingeniero hidráulico?Pero había un problema en su camino, no cualquiera puede ir al Perú y comenzar a excavar y menos aun un ingeniero americano sin experiencia arqueológica. Wright pasó los siguiente 20 años en buscando el permiso del gobierno peruano para estudiar la ingeniería de riego en Machu Picchu. Finalmente, consiguió la ayuda de Timothy Wirth, senador americano deColorado que después se llegó a ser el subsecretario de estado para los asuntos globales delPresidente Clinton.Ni bien el gobierno peruano supo la noticia en abril 1994 las autoridades culturales en Perú le dieron un permiso a Wright para trabajar allá. .Desde entonces Wright empezó su investigación en Machu Picchu. En los siguientes seis años, él iría una a tres veces al año mientras todavía estaba trabajando a tiempo completo en su propia compañía. Por supuesto,la real proeza de ingeniería en Machu Picchu no es de Wright si no de los mismos Incas. Los nombres de los Ing Incas nunca se conocerán porque el Inca no tenía ningún idioma escrito. Cuando ellos construyeron Machu Picchu, Wright descubrió, que ellos habían acumulado un gran conocimiento práctico de hidrología, drenaje, desagüe y cimentación.En 1450 los Incas llegaron a 2,440 m en lo más alto de la montaña con una meta en la mente: construir una residencia para su emperador, Pachacutec. “Tuvieron un sitio perfecto”, dice Wright, pero su conformidad debía haber sido dada por un experto ingeniero. Las cuestas eran empinadas; ¿cómo podrían construir previendo los deslizamientos probables enun clima lluvioso? ¿Cómo tendrían acceso al agua? y ¿ de dónde vendría el agua?La investigación de Wright reveló que elInca debió de haber planificado la ciudadcuidadosamente antes de construirla.Primero, los ingenieros Incas tenían que determinar el sitio exacto y comosatisfacer las necesidades de la población anticipadamente. El equipo de Wrightencontró que la fuente, sobre una empinada montaña al norte de MachuPicchu, era alimentada por el drenaje deun área tributaria de 16.3 hectáreas desdeun dique. Las terrazas agrícolas deflujo superficia .Paraue es un lugar mágico” .
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