Hace cinco años -el 27 de diciembre de 2004- la Tierra fue atacada por un estallido cósmico de gran magnitud.
Ilustración estallido energía Tierra
El flujo de rayos gamma y rayos-X fue detectado por varios satélites como RHESSI e INTEGRAL. El satélite Swift no sólo detectó el estallido, sino que fue saturado por el asalto de energía. Y no estaba apuntando cerca de la fuente del estallido!
Y eso no es todo. La enorme onda de feroz energía fue tan poderosa que varios satélites quedaron temporalmente inutilizados por la ráfaga.
¿Qué fue lo que ocurrió?
Los astrónomos descubrieron rápidamente que se trataba de la ira del magnetar SGR 1806-20 (PSR J1808-2024).
La denominación SGR proviene de la sigla, en inglés, que significa "Repetidoras de Gamma Suaves". Los números "1806-20" se refieren a sus coordinadas en el firmamento: 18 horas, 06 minutos ascensión recta, -20 grados de declinación. Su ubicación en el cielo es cercana a la posición del centro galáctico, en la constelación de Sagitario.
Estos objetos son estrellas de neutrones, remanentes muy densos de explosiones supernova. Pueden tener el doble de la masa de nuestro Sol, pero ser tan compactas como para ocupar sólo 20 kilómetros de diámetro. Un centímetro cúbico de una estrella de neutrones tendría una masa de 1014 gramos: 100 millones de toneladas! La gravedad de estos objetos es también inimaginablemente fuerte, cientos de miles de millones de veces en relación a la Tierra.
Lo que ocurrió aquel fatídico día en SGR 1806-20 fue como un temblor estelar que alteró violentamente el campo magnético y causó una erupción de energía.
Despiértame cuando pase el temblor
En nuestro pequeño punto azul en el universo, un temblor en la escala de Richter puede llegar a los 9,5 como en el terremoto de Valdivia, Chile, en 1960. Nunca se registró un sismo superior en la misma escala y se estima que el supuesto impacto de un asteroide en la Península de Yucatán (que generó el cráter Chicxulub hace 65 millones de años) habría sido de 13.
La cantidad de energía generada por SGR 1806-20 es difícil de calcular y comprender. Aunque la corteza probablemente tuvo en movimiento de un centímetro, la increíble densidad y gravedad generó un evento más allá de lo experimentado por los seres humanos. El sismo habría sido de 32 en la escala Richter. El estallido que surgió del magnetar -y en sólo 200 milisegundos (una quinta parte de un segundo)- generó tanta energía como la que produce el Sol en un cuarto de millón de años.
La energía se movió a la velocidad de la luz desde el objeto, que se encuentra a 50 mil años luz de distancia. La Vía Láctea tiene un diámetro de 100 mil años luz, por lo que la energía recorrió la mitad de la galaxia y llegó con suficiente fuerza como para cegar a nuestros satélites.
Vía Láctea, Sol y SGR 1806-20
El satélite Swift se saturó al contar 2,5 millones de fotones por segundo arribando a sus detectores.
Curva de luz de SGR 1806-20
David Palmer, científico de Swift describe el gráfico así:
"Esta es la curva de luz que (el Telescopio de Alerta de Estallidos de Swift) vio, mostrando cuántos rayos gamma contó cada dieciseisavo de segundo durante seis minutos de observación. No se muestra el pico principal porque fue 10 mil veces más brillante y necesitaría un monitor de varios kilómetros para mostrarlo"
Las pulsaciones en el gráfico dan cuenta de los pulsos de energía que se detectaron, cada 7,56 segundos, relacionados con la rotación de la estrella de neutrones.
Los daños en nuestro planeta fueron mínimos, por suerte, pero no es para tranquilizarse, ya que se debió a la lejanía del objeto. Si la estrella hubiera estado a una décima parte de esa distancia, los efectos habrían sido cien veces mayores. Ninguno de los magnetares conocidos está tan cerca, aunque un par están a unos 8 mil años luz.
El evento ha sido uno de los más estudiados de su tipo y sin dudas el más poderoso detectado en la era moderna, como apunta Phil Plait en su blog, al recordar el episodio. Este post es una traducción de aquel en Bad Astronomy, donde además, descarta que esta energía haya causado el sismo de Indonesia.
Una detallada información sobre este tipo de objetos la encontramos en el artículo de Robert C. Duncan, Universidad de Texas en Austin, traducido al español en Axxón, citado abajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario